Pachuca, Hgo.
22/06/2019
“Estamos/somos todos/as arriba de ese tren, sin nombre e invisibles para los de afuera, esperando que el día de la llegada a nuestro destino exista la posibilidad de volver a tener nombre, el que nosotros queramos”, escribió Gabriel García Bernal para contribuir al prólogo del libro 72 migrantes, el cual fue creado gracias a la convocatoria de la periodista e investigadora Alma Guillermoprieto.
72 migrantes es la traducción en papel del proyecto 72migrantes.com, dedicado a la migración, especialmente al suceso que sacudió a México en 2010; el asesinato de 72 migrantes en un rancho del ejido el huizache en San Fernando, Tamaulipas, México. Es por ello que, escritores, reporteros y fotógrafos armaron este ejemplar para conmemorar la muerte de 72 viajeros.
El 24 de agosto del 2010 fueron encontrados por la Secretaria de la Marina (SEMAR) 72 cadáveres (58 hombres y 14 mujeres) de migrantes centroamericanos en un rancho del municipio de San Fernando. Días después los medios informaron que los 72 hombres habían muerto a manos de una organización delictiva denominada los Zetas.
El trabajo de investigación que realizó el equipo es ejemplar, puesto que además de ofrecer una contundente explicación sobre los hechos, el libro contiene material fotográfico, así como entrevistas y construcciones narrativas del trayecto de los 72 migrantes.
72 migrantes sin duda se convirtió en un referente que abrió fronteras y modificó la visión que se tenía sobre la migración, eso con ayuda de letras como las de Juan Villoro, Laura Emilia Pacheco, Francisco Garo Benavides, Marcela Turati, Alma Guillermoprieto, Guillermo Osorno, Elena Poniatowska y Daniela Pastrana.
El amplio beneficio que conlleva consumir un ejemplar como 72 migrantes es que se trata de un trabajo con investigación contundente y letras reconocidas, además de que te invita a reflexionar el trato denigrante que se le ha brindado al migrante desde décadas atrás.
Fotografía de Tania Domínguez
La obra contiene 72 textos, uno por víctima, estos acompañados de una fotografía. Algunos aportan información sobre el fenómeno de la migración, muchos son retratos de las víctimas, elaborados a partir de una conversación con sus familiares y varios más imaginan el peregrinar de una de esas personas cuyo nombre se desconocía.
Es adecuado mencionar que el libro resalta que no existe un solo caso de condena judicial por los abusos contra las personas migrantes, esto bajo la investigación que se realizó en juzgados y centro de defensa de los derechos humanos en nuestro país, haciendo que el libro visibilice el papel que jugó y juega el gobierno en cuanto a justicia y verdad.
Además del aporte en cifras, la obra hace una denuncia justa para el caso, a diferencia de lo que los medios de comunicación transmitieron, el libro implementa entrevistas valiosas con los familiares del caso; mismos que narran lo sucedido días posteriores al hecho.
La presentación de datos como “11 mil migrantes secuestrados en el primer semestre de 2010”, “El 24 de junio decenas de migrantes fueron privados de su libertad mientras viajaban en La bestia”, “la estrategia adoptada por la administración de Calderón para resolver el problema de los secuestros a migrantes no ha tenido impacto”; son de gran aporte periodístico, además de situarnos en épocas y situaciones que podemos imaginar y comparar de manera simple.
Sin duda, el libro cuenta con una narrativa humana; le pone rostro y nombre a aquellos hombres y mujeres que murieron aquel día, cada historia se vuelve única; siempre del lado del reconocimiento y la humanidad, por ello funciona como un parteaguas para humanizar y visibilizar un problema que ha afectado a muchos por años.
Fotografía de Tania Domínguez
Se pueden sentir las emociones de los escritores al conocer las historias de cada persona, inclusive las que se presentan como “Migrante aún no identificado” como lo hace Elizabeth Palacios al hablar del migrante número 50 del cual se desconocen sus datos; “No sé nada de ti. No sé cuántas lágrimas se han derramado por tu cuerpo masacrado…”
El valor agregado del texto radica en la invitación de literatos reconocidos y la puntual fotografía que acompaña a cada texto, no sin olvidarnos del trabajo periodístico y humano que realizaron para regalarnos historias de vida, y no solo mostrarnos cifras/porcentajes que conforman el mar de injusticias en nuestro país, como los medios de comunicación lo hicieron con la noticia.
El diseño del libro hace que el tema sea sumamente digerible, ya que se muestra un acomodo limpio y estilizado de los textos y de las fotografías, así pues, considero que el trabajo de diseño se encuentra muy bien logrado en cuanto a colores y organización.
72 migrantes es un libro que tuvo su primera edición en octubre de 2011; un año después del suceso y la edición corrió a manos de Almadia. Las letras y las fotografías fueron elaboradas por un total de 147 colaboradores que quisieron mostrarnos el lado humano de los 72 caminantes.
Es debido reconocer que el suceso sacudió a las masas y a la colaboración del libro se sumaron artistas, intelectuales, diseñadores, actores, músicos y más fotógrafos mexicanos, centroamericanos y españoles. Ya con un equipo más amplio, se tuvo la posibilidad de crear un blog y en una serie en la estación de radio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Fotografía de Tania Domínguez
Alma Estela Guillermoprieto es la periodista que logro llevar el proyecto colectivo 72 migrantes, de la web al papel, conjuntando así a 73 escritores, mismo que logró reunir géneros y estilos diversos de una manera diferente, por ello el libro es de gran aporte literario por la amplitud de letras, ya que en cada historia se imprime un estilo distinto.
Guillermoprieto es una fuerte exponente en el periodismo por sus trabajos al dar a conocer la realidad de América Latina, sus conflictos y sucesos violentos. Desde joven trabajó en el diario británico The Guardian, el Washington Post con reportajes de guerrillas latinoamericanas, Newsweek y regularmente escribió para el New Yorker.
A base de una fuerte trayectoria, Alma reúne crónicas de diversas guerras civiles en libros como “Las guerras de Columbia”, “El año en que no fuimos felices” e “Historia escrita”, para ahora regalarnos su entusiasmo y creatividad en esta obra