Pachuca, Hgo.
19/10/2019
“¿Será mi última feria de Agosto?” es la incógnita que acompaña a lo largo de 44 páginas a Emelina, la protagonista de este cuento escrito por la mexicana Rosario Castellanos en 1964.
En una edición del Fondo de Cultura Económica, como parte de la colección “Vientos del pueblo” que implementó este año su director, Paco Ignacio Taibo II, se nos presenta este ejemplar con ilustraciones de Ricardo Peláez y con un valor de catorce pesos; precio bastante accesible tomando en cuenta la finalidad de acercar de manera rentable la lectura al público.
De fondo rojo, letras amarillas, la silueta de un toro y una mujer se ilustra la portada de tan delgado ejemplar.
Citando a Lope de Vega, el texto dice de la siguiente manera:
Blanca me era yo cuando fui a la siega;
dióme el sol y ya soy morena.
Imagen tomada de Vanguardia
Una cita muy acordé a la historia que nos relata.
“El rompimiento fue aquella madrugada, mucho más ruidoso de lo que ninguno de los presentes era capaz de recordar.” Y es que justo como esa frase inicial, veremos un momento cumbre que fungirá como “el rompimiento” dando un antes y después de la vida de Emelina, y ese hecho es la feria del pueblo de Comitán, en honor al patrón del pueblo: Santo Domingo de Guzmán.
Nos pone en el ambiente: el repique de las campanas, los feligreses yendo a misa, las marimbas sonando, los cohetes ascendiendo, los niños corriendo y el aroma del chocolate siendo saboreado.
Como si fuese un eco nos menciona el repique de la campana mayor y luego de las pertenecientes a las demás iglesias, y como si fuese un orden de aparición sus personajes van haciendo lo mismo. Y de la misma forma, como una campana saca de una ensoñación a Emelina; despertándola de un sueño amoroso; los involucrados más cercanos (su familia y amiga) igual buscaran hacerlo pero en la vida real.
Imagen tomada de la Fonoteca Nacional
A lo largo de la trama, Castellanos nos retrata un episodio de la sociedad mexicana basada en estereotipos de la época del siglo XX. Con una crítica social nos pinta el escenario preciso: una chica bella y de clase alta que busca huir de una eterna soltería en una sociedad convencional y tradicionalista.
Con el afán de conocer al amor de su vida busca como pretexto un evento de la feria, las tan esperadas corridas de toros hacen que las más jóvenes solteras acudan con el propósito de que un hombre les “cambie la vida”. Emelina es duramente criticada por su hermana mayor Ester, exponiendo sus años y diciéndole que “es triste ponerse a competir con las jovencitas”.
Dividida entre la sociedad y su familia: criticada por unos de ser una “quedada” y criticada por otros de no aceptar su soltería, la protagonista se verá envuelta en un estado de confusión, pues en sus reflexiones daremos un vistazo a la relación de su familia: su madre, una anciana a la que cuidan; Ester, la hermana mayor apegada al dogma de la iglesia y su hermano Mateo, a quien Ester le da el poder de la familia y lo contempla para permisos y todo.
También veremos la presión que el tiempo ejerce sobre ella y ha dejado huella, la obsesión que le genera los cambios que contempla en su cuerpo y sobre todo las ganas de ser libre a pesar de que una parte de ella piense en quedarse.
Rosario nos traslada a aquella época que se mantiene viva en los relatos de nuestras abuelas, y que nos regala desde su perspectiva, desde una crítica y especialmente desde su aportación como feminista.
Imagen tomada de Fondo de Cultura Económica
Entre la moral y la inmoralidad, entre los cánones de la decencia y la indecencia y el discurso de algunos personajes en el desarrollo de una sociedad machista: el padre de la iglesia, Ester y los prejuicios; la historia tendrá su momento cumbre, cuando Emelina asista a la corrida de toros y conozca a un hombre.
El momento se da en un hecho conocido como “el derrumbamiento”, y como si fuese una advertencia lo mismo le pasará a los personajes y al lector mismo, porque justo en ese lapso nuestra pregunta inicial será contestada.
Así, al llegar al final, dejaremos de ser Los convidados de Agosto, título de la obra que hace referencia a los invitados de un acontecimiento que sucede justo en esa fecha y nos retiraremos como testigos de un pasaje social de la historia que muchas mujeres vivieron en la vida de México.