“Muy inteligente, bueno pa’ cerrar los tratos”, son los calificativos que la banda norteña T3R Elemento (Tercer Elemento) y el cantante Gerardo Ortiz, utilizan para describir al narcotraficante Amado Carrillo Fuentes, ex líder del Cartel de Juárez en su canción ​Aerolínea Carrillo.

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Esta, describe a grandes rasgos la vida de uno de los capos más sobresalientes de México en la década de los 90s, conocido como ​el Señor de los Cielos por transportar cocaína vía aérea. Como lo mencionan en un verso; “en su mente vagaba una idea muy brillante, meterles la coca en los aviones comerciales, y su aerolínea se estrenaba, resultados ya se miraban, kilos, kilitos fue metiendo, fueron muchas toneladas”. 

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Algunas de las frases que describen el entorno de Carillo son definidas por los cantantes como; “una idea muy brillante”, “muy inteligente”, “fuerte exponente en el mercado, por eso fue de un alto mando”, visibilizando la exaltación de un personaje que aportó a la guerra entre carteles desembocando violencia y muerte en México.

 

La alabanza a personajes controversiales, en este caso, a un narcotraficante,​está tipificada como delito a nivel federal y estatal​. ​Esta conducta está penada por el artículo 208 del código penal  federal con “diez a ciento ochenta jornadas de trabajo en favor de la comunidad, si el delito no se ejecuta y en caso de que se ejecute se aplicará al provocador la sanción que le corresponda por su participación en el delito cometido”.

 

Bajo el nombre de ​apología del delito (elogio, alabanza y solidaridad pública de un hecho delictuoso) se siguen produciendo canciones/corridos sobre la vida de capos en una sociedad que atesora, apropia prácticas que con ritmo cuentan los cantantes y reproduce enaltecimiento sin mesura.