No quiero ser un muro, una puerta o una ventana, para que te importe lo que me pase
Por Elvia Trejo
Pachuca, Hgo.
16/08/2019
México, denominado “país feminicida”, donde tan solo en el primer cuatrimestre del 2019, fueron asesinadas 1,119 mujeres víctimas de la violencia machista, dichas cifras se registraron en el Secretariado Ejecutivo.
Fotografía tomada de noticiasenlamira.com
Es decir, en promedio cada dos horas y media, una mujer es asesinada por el hecho de SER MUJER. Sí, en México, mismo país en donde la tasa de violación de niñas y niños es de 1,764 por cada 100 mil, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Se calcula que una de cada cuatro niñas y uno de cada seis niños sufre violación antes de cumplir la mayoría de edad. De mil casos de abuso, solo se denuncian ante la justicia unos 100; de esos, solo 10 van a juicio; y solo uno llega a condena. Lo que nos lleva a la impunidad.
La impunidad en México es de 99.3%, así lo señaló el estudio de Índice Global de Impunidad Mexicano (IGI-MEX2018) de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP). No es sorpresa que en México no se confié demasiado en los cuerpos policiacos, ya que más de uno abusa de su autoridad, y si tú no has sido víctima de ello, por lo menos conoces a alguien que sí, y no es nada nuevo, no por nada los llaman “Los puercos”, sin embargo, resulta verdaderamente indignante lo que sucedió el pasado 3 de agosto en Azcapotzalco, Ciudad de México, cuando una joven regresaba de una fiesta con sus amigos, y fue violada por cuatro policías.
Al paso de los días comenzaron a suceder varias irregularidades en el caso, ya que se filtró información personal de la víctima, poniéndola en un riesgo mayor por posibles represalias, así como el hecho de que no se realizaron pruebas genéticas a tiempo, lo que entorpece la investigación, y por si fuera poco, la información que resultaría vital para resolver el caso se perdió. Estos hechos demuestran una vez más la deficiencia de nuestro sistema judicial. La procuradora de Justicia de la Ciudad de México, Ernestina Godoy expresó después de la reunión de gabinete de seguridad, el pasado 8 de agosto que: “Seguramente si no hay una imputación directa y no tenemos la posibilidad de integrar la carpeta con lo que tenemos para poder hacer una imputación van a tener que regresar a su trabajo, no vamos a fabricar culpables”.
En este punto las mujeres que seguían el caso, quienes comenzaron a exigir justicia desde el momento en que se dio a conocer la noticia, decidieron tomar las calles, manifestarse y alzar la voz, estas mujeres protestaban a las afueras de la sede de la Secretaria de Seguridad Publica, cuando el titular de la Secretaria de Seguridad Ciudadana de México Jesús Orta intentaba dialogar con las mujeres manifestantes y dar su declaración ante los medios, fue cubierto con brillantina rosa por una de las mujeres, tras dicho acto decidió volver al interior de la SSP, mientras el cuerpo policiaco resguardaba la entrada.
En dicha protesta las mujeres rayaron paredes a las afueras de la Procuraría General de Justicia (PGJ) con leyendas como: “Las paredes se limpian las morras no regresan”, “Muerte a los cerdos”, “No me cuidan, me violan”, “Cuidado con los que nos cuidan”, “La policía abusa, roba, viola”, “Policía no ayudas pero como chingas”; rompieron puertas con el propósito de entrar a la PGJ, dichos actos violentos fueron desde luego repudiados en redes sociales, y hasta la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum salió inmediatamente a hablar al respecto, a decir que no caerán en provocaciones y que se abrirán carpetas de investigación de las mujeres que se manifestaron.
https://twitter.com/claudiashein/status/1161054290540032001?s=21
Esta declaración por parte de Sheinbaum duele pero indigna más, ya que no hubo respuesta inmediata cuando se dio a conocer el caso, nadie salió a pronunciarse, ni se aseguró que no hubiera irregularidades en la investigación. Actualmente se presentan pruebas que desacreditan la versión de la víctima, y se pone en duda su credibilidad, como era de esperarse ya hay personas creyendo que todo fue invento, atacando una joven de 17 años que tuvo el valor de denunciar a sus agresores, aun sabiendo que eran policías y que en México al denunciar tienes que enfrentarte a la revictimización, enfrentarte que los medios no manejen la información adecuadamente, que filtren tus datos, que pierdan las pruebas, todo eso para que al final no obtengas justicia y a nadie le importe, para terminar siendo solo un número, solo una estadística.
Al final, todo el mundo se indignará por las calles, las paredes, las ventanas, las puertas que fueron rotas, dañadas, no respetadas por mujeres furiosas, hartas y cansadas de no recibir justicia, pero quienes se indignan y hablan de respeto, son los mismo que denominan a las feministas como “Feminazis”, son los mismo que solo buscan señalar lo que las feministas “hacen mal”, los que aseguran que el romper y/o rayar cosas no es el camino para hacer escuchar su voz, que con estas acciones las feministas solo demeritan su lucha, algunas mujeres aseguran que estos actos radicales “no las representan”, e incluso hay quienes dicen que se deberían buscar otras formas no violentas de manifestarse, como no sé, quizá el vogue que es un estilo de baile político, es una manifestación muy pacifica, pero que solo sirvió para ser una burla de los que “detestan la violencia”. Sí, el vogue se intentó, cuando aquella chica de la Universidad Autónoma de Nuevo León dijo mientras bailaba: “Bailo por todas las que ya no están” y los memes no se hicieron esperar. Así que no se engañen, aquellos que se quejan de estos actos radicales en las manifestaciones feministas no les molesta “la violencia” o la “falta de respeto”, lo que realmente les molesta son las mujeres organizadas, que alzan la voz, que saben pensar, que ya no se van a dejar violentar.