El final De Bojack Horseman y la analogía perfecta de lo que significa “estar vivo”
Melissa Suárez
CDMX
07/02/2020
El pasado 31 de enero se estrenó en Netflix el final de una de las más aclamadas series animadas de todos los tiempos, el cierre más sorpresivo, humano y sano que le pudieron haber dado sus creadores, te platicamos por qué.
Bojack Horseman se convirtió en un ícono de nuestra generación de lo que significa estar vivo, de cómo afrontamos nuestras peores pesadillas, de los demonios que creamos y que al final nos alcanzan, sin importar cuánto nos esforcemos por correr.
El desarrollo de estos últimos 8 episodios conduce a Bojack por su posible redención, sin embargo, mientras más te adentras en el camino al episodio final te das cuenta que no era el destino previsto para Bojack, sin embargo, esto no importa, ya que brindaron un final honesto y fiel a cada uno de los personajes, guiaron a sus más fieles espectadores a un final que muy pocas ficciones se atreverían a crear, no por nada ha sido catalogada por la BBC como: “La mejor serie de animación del siglo XXI”, y vaya que no se equivocaron, pues tan solo al llegar al capítulo 15 de la última temporada notarás como casi sin notarlo tu piel se erizará y conectarás con Bojack y sus emociones más intensas, en lo que podría ser un camino hacia lo desconocido, y quizá, el final de nuestro adorado favorito.
Lo más conmovedor y hasta cierto punto relajante fue ver el capítulo final, en donde se concentra toda la autoridad discursiva y expresiva en el tejado con una conversación final entre Diane y Bojack, en donde esta expresa una contundente frase que deja a todos sus espectadores conmovidos por aquellas palabras, tan crudas pero al mismo tiempo tan ciertas.
“Hay gente que te ayuda a convertirte en la persona que eres y hay que estarles agradecido, aunque su destino no fuera estar en tu vida para siempre”
Porque es cierto, no siempre conservamos a esas personas que han creado en nuestra vida nudos y deshecho algunos otros. Muchas veces conservamos aquellas otras que vuelven de lo más difícil algo muy digerible, nos alejamos de lo difícil, no porque queramos hacerlo sino porque es lo correcto, es lo ideal para un futuro libre de complicaciones, más sano y congeniamos más con personas que nos guían a un crecimiento personal, y a pesar de no contar con ellas en tu vida, les agradeces porque sin aquellas experiencias tormentosas o simplemente poco agradables, no seríamos quien somos en este preciso momento. Y si bien ahora estemos en paz, fueron las heridas del pasado las que nos permitieron crecer y sanar, las cicatrices que conservamos nos demuestran que puede crecer tejido en donde alguna vez hubo dolor.
Este tipo de historias, tan puras, tan complejas y tan maravillosas, como es Bojack Horseman, constituyen en cada uno de nosotros educación sentimental y audiovisual, sobre todo de crecimiento espiritual, mental, y de autodescubrimiento.
Algunos tenemos finales emocionantes, sorpresivos o inspiradores, otros unos no muy gratos, pero hay que aprender a vivir con ellos y lidiar con cada uno de manera efectiva, porque siempre, al final de cada historia nos espera un nuevo comienzo, y a partir de ahí podremos de verdad entender lo que significa estar vivos.
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